No obstante, también los músicos de orquestas clásicas están expuestos a riesgo de deterioro auditivo. Recientemente, un Juzgado de San Sebastián dio la razón a un músico de trombón que solicitaba se reconociera su pérdida auditiva como enfermedad profesional.
La mayoría de músicos profesionales, de hecho, están expuestos a una presión sonora de entre 80 y 200 decibelios, entre 3 y 8 horas al día. Esto supera ampliamente los niveles aceptables para la salud auditiva. La mayoría rechazan la utilización de protectores auditivos, probablemente porque consideran que pueden ocasionar distorsión.
“El oído del soldador”. Las chispas calientes pueden penetrar por el conducto auditivo externo hasta llegar al tímpano y quemarla. Esto provoca un dolor agudo de oído y, a veces, parálisis del nervio facial. Si las quemaduras son menores no es necesario ningún tratamiento, pero en los casos más graves a veces hay que reparar quirúrgicamente la membrana. El riesgo puede evitarse colocando en una posición correcta el casco del soldador o llevando tapones para los oídos.
Vibración. La exposición simultánea a la vibración y al ruido (continuo o por impacto) no aumenta el riesgo ni la gravedad de la pérdida auditiva neurosensorial; sin embargo, la frecuencia de su aparición aumenta en personas con el síndrome de vibración de la mano-brazo (SVMB). La circulación coclear se afecta por un espasmo simpático reflejo, durante los episodios de vasoespasmo que sufren estas personas en los dedos de las manos y de los pies.
Fuente: Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo
“El oído del soldador”. Las chispas calientes pueden penetrar por el conducto auditivo externo hasta llegar al tímpano y quemarla. Esto provoca un dolor agudo de oído y, a veces, parálisis del nervio facial. Si las quemaduras son menores no es necesario ningún tratamiento, pero en los casos más graves a veces hay que reparar quirúrgicamente la membrana. El riesgo puede evitarse colocando en una posición correcta el casco del soldador o llevando tapones para los oídos.
Vibración. La exposición simultánea a la vibración y al ruido (continuo o por impacto) no aumenta el riesgo ni la gravedad de la pérdida auditiva neurosensorial; sin embargo, la frecuencia de su aparición aumenta en personas con el síndrome de vibración de la mano-brazo (SVMB). La circulación coclear se afecta por un espasmo simpático reflejo, durante los episodios de vasoespasmo que sufren estas personas en los dedos de las manos y de los pies.
Fuente: Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo
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